miércoles, 3 de diciembre de 2008

Malos Instintos

Vas manejando. Tenés una mochila o bolso con la laptop en el asiento del acompañante. Pegás una buena frenada. El bolso, esclavo de la implacable inercia, sigue curso y vuela hacia adelante yendo a parar al piso. se escucha el ruido seco de la laptop besando suelo patrio. ¡TUK! Instintivamente y al instante también, nos estiramos y levantamos el bolso poniéndolo en su lugar de origen, cuando lo mejor que le puede pasar a la laptop -teniendo en cuenta el tipo de energúmeno que maneja- es quedarse quietita ahí en el suelo.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

T invito a darte una vuelta por mi blog.

Anónimo dijo...

no, gracias

Fodor Lobson dijo...

Yo a la tercera o cuarta caída de la notebook aprendí. Ahora el maletín viaja siempre en el piso del auto.


P.S.: señor "unfulano" guarde las formas, por favor.