Si supieras física cuántica, conocerías algo de la ley de gravitación universal y, gracias a ella, sabrías por qué tus anteojos se mantienen fijos apoyados en nariz y orejas. Yo, antes de saber ésto, vivía preocupado pensando que mis gafas se caerían hacia arriba.
2 comentarios:
Si supieras física cuántica, conocerías algo de la ley de gravitación universal y, gracias a ella, sabrías por qué tus anteojos se mantienen fijos apoyados en nariz y orejas. Yo, antes de saber ésto, vivía preocupado pensando que mis gafas se caerían hacia arriba.
Algunas cosas es mejor no saberlas. El precio de unos anteojos de sol es “a todas luces” una de ellas.
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