miércoles, 28 de enero de 2009

Evolución Musical Portable

Cuando uno era chico, llevarse la música puesta no era posible. Bueno, uno podía tragarse un cassette, pero no servía de mucho.
Apareció el walkman, pesado y con tres o cuatro pilas. Luego con radio, luego con menos pilas, luego más chiquito. Es más, creo que había unos que eran más chicos que el tamaño del cassette.
La pesada carga que se justificaba con el incomparable placer de poder escuchar The Head on the Door en cualquier lado, se pagaba con creces.
Después vino el mp3 y todo se alivianó mucho más. Después con pilas incluidas y recargables. Y después nano y mini y más chiquito y más chiquito.
Va a llegar el día. Te lo digo, va a llegar el día, en el que la música te la vas a poder cargar directamente en la cabeza, y pensando solamente en el intérprete o la canción, la vas a escuchar directamente en la cabeza.
Ah! No! Pará! Eso ya existe. Se llama Imaginación.

1 comentario:

tornes dijo...

Estaría bueno, a muchos nos vendría bien formatearnos el cerebro.