miércoles, 4 de febrero de 2009

Anestesias Perversas

Cuando algo duele, duele. De eso no hay dudas. Pero, hagan de cuenta que tienen una ampolla en el labio interno (ustedes hagan de cuenta, yo tengo una de verdad). Lo que duele: ¿es el labio en sí, o es que las células del labio doloridas mandan la información al cerebro a través del sistema nervioso para que uno diga "ay!"?
Me recetaron una cremita. Me la puse y el labio se durmió. Empecé a mover la boca onda Bogus, y no me dolía mas! Pero mi mente blogueaba lo siguiente: si el labio está dormido, lo que se duerme son los nervios que llevan la info al cerebro, pero LA INFO ESTA AHI!!! Es decir que mientras yo me divierto estirando mi labio como un sapo, las células gritan de dolor y no hay nadie que las escuche! Es decir, hacemos oidos sordos a una parte sufrida de nuestro cuerpo.
Por lo tanto, y en solidarización con mi cuerpo desde hoy no me doy mas anestesias de ningún tipo. Si me sacan una muela, y la encía protesta, ahi estaré a su lado. Porque como dijo el poeta: esa encía es MIA MIA MIA!

3 comentarios:

Fodor Lobson dijo...

encomiable su solidaridad conelcuerpo propio... espero que no lo tengan que operar de apendicitis...

Anónimo dijo...

A mi me ajusta la corbata y me la aguanto.
Soy solidario con mi corbata?

tornes dijo...

¿Y dónde está la solidaridad hacia la pobre muela, que tantas mordidas le dió?
¡Cierre la boca y grúñale al dentista, no permita que desgarren una parte de su cuerpo!