Dicen los que saben que el ser humano no está diseñado para comer carne. Que originalmente debía comer verduras y frutas, pero que la ley de la selva o el aburrimiento hizo que se coma un pollito y de ahí hasta hoy, hemos recorrido un largo camino en el cual el cuerpo humano se acostumbró a comer carne al punto tal que si no, se debilita.
Pero supongamos que el pollito hubiese presentado batalla.
Supongamos que se hubiese salvado y el hombre recapacitado.
Pensemos en el alimento que la madre naturaleza (y el padre supermercado) nos ofrecen al alcance de la mano, excavadora más, taladora menos.
Las cosas muy ricas, hacen mal: dulces, frituras.
Las cosas nutritivas, son horribles: coliflor, bócoli, repollitos de Bruselas, zapallitos.
Ya no pidamos algo rico que haga bien al cuerpo porque por más estudios sobornados que se publiquen, nunca vamos a creer ese cuento del huevo frito que previene ataques cardíacos. Asumimos que lo rico hace mal, digamos. Pero en cambio... ¿podríamos pedir como premio consuelo que exista en este bendito universo alguna comida horrible que también sea perjudicial para la salud? Digo, al menos como para que al descartarla con un gesto despectivo podamos decir "ese asco hace mal, y no lo como por inmundo y por dañino".
¿Es mucho pedir?
8 comentarios:
Podés comer muchas cosas de las que hay en el mundo (hojas de roble, por ejemplo)
No creo que sean ricas ni que hagan bien. :P
Los sabores artificiales son muy estimulantes, pero creo que comiendo toda esa basura desde chiquitos perdemos la sensibilidad del gusto por los sabores naturales.
Es otra sobreestimulación artificial que recibimos desde que nacimos.
Ahora solo queda decir...
a comerla!
ejemplo: repollito de brucelas: no hay que excederse porque trae gases.
A no desesperar!
Ya lo dijo el doctor Horacio Guarany:
"Una copita de vino con cada comida hace muy bien al corazón, hermanito querido"
Si los pollos quieren presentar batalla, ¡que vengan, acá los espero!
¡Vos te quejás pero no sabés lo que es estar casado con una nutricionista!
A mí, la manteca de maní o "penut butter", como la llaman en USA, me parece asquerosa. Y los yanquis mueren por ella. Conozco gente que no le gusta ni el chocolate ni el dulce de leche, ¿podés creerlo?
Después de leer tu razonamiento alimenticio, lo primero que me vino a la mente fue la historia de ese alemán que publicó un aviso en internet solicitando alguien que quisiera ser deglutido por él.
Y me pregunto si para elegir a quién se iba a comer pedía como requisito que sea vegetariano, o no le importaba la cantidad de huevos fritos, chocolates y demás delicias que pudo haber comido, antes de ser comido.
(pucha, no sé para que hice este comentario. se me fueron las ganas de comer)
patto:
y qué sería un gusto natural? una hoja de roble? :P
principito:
y así le fue!
gurú:
masticando bifes a escondidas ¿eh?
¿nunca más La Caballeriza?
cuni:
hacer dieta y no poder mantequilla de maní es casi una bendición.
gasper:
el cocinero, su mujer, el aleman y... vomité.
La Caballeriza no se negocia.
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