lunes, 26 de marzo de 2007

Coherencia

María Fernanda desde siempre tuvo aspiraciones literarias.
Un día se le atoró una hoja del Quijote en una fosa nasal, se ahogó y se murió.

6 comentarios:

absurda y efímera dijo...

Y, también... cómo se va a dar con el Quijote... ¡Qué zarpada!

FL dijo...

el quijote hay que cortarlo con algo, sinó la sobredosis es inevitable (ojo, cortarlo con algo, no con cualquier cosa... no se puede cortar el Quijote con Bucay, por ejemplo)

Anónimo dijo...

Genial Ramiro. Me estoy riendo sola ante la mirada de mis compañeros de oficina.

Luciana Rezzónico dijo...

Jajajajajajajaja!!!!!!

Anónimo dijo...

jajajjajajjaja.... muchas gracias por tu comentario!
pobre fernandaaaaaa

Anónimo dijo...

A veces puede parecer innecasario un comentario de risas, pero no saben lo divertido y feliz que me deja leer que los hice reír.

Gracias por la risa.