Cuando te decidís a ir de vacaciones a Europa en Enero, todos te dicen "¡mirá que hace un frío de la gran siete eh!", y no le han mentido.
Entonces te preparás para lo peor; comprás guantes de ski, bufandas largas como Av Rivadavia, camperas anti viento y anti escarcha, gorros pasamontañas, cumbres y lomitas, pantalones de corderoy dobles, te sobreponés a tu vergüenza interna y te ponés unos calzoncillos largos, rogando que esa noche no te toque intimar con ninguna sueca para que no te los vea, te ponés algodones adentro de los oídos, doble par de medias, camiseta de frisa y también anteojos de sol.
El resultado no puede ser mejor: caminás por Zurich a las 7 de la mañana sin sentir la brisa que congela, sin que te afecte el rocío helado que recubre todo lo que ves a tu paso. La misión ha tenido un éxito notable, el frío no existe a tu alrededor y los montes alpinos cubiertos de nieve blanca y espesa no te afectan.
Todo sale tan bien que tu paseo por Europa es equivalente a ver un DVD de "Conozca Suiza" en el living de tu casa.
2 comentarios:
si esto es una inicitaiva para "dejar el culo en la calle, aunque éste se congele", lo apoyo y firmo.
es como el mp3 y esas cosas. si viajo no llevo música. andar conectada a los audíufonos es pasarse a la cortina musical de fondo, siguiendo su ejemplo.
Por eso mismo no voy a Europa en enero.
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