Coca Cola

Cuando eramos chicos (tiempos en que había que ir saltando al colegio porque la tierra todavía estaba caliente) las botellitas de Coca Cola tenían 283 cm3. Tomábamos coca cola y éramos felices. Hasta con 7up éramos felices. Te digo más: corre el rumor sobre gente que tomaba Pepsi y juraba ser feliz también. Mirá vos.
Luego, cuando cambiaron la botella de forma, aparecieron las de 385. Así como así pensábamos que nos regalaban unos sorbos más de bebida. Claro, éramos chicos, inocentes y -por sobre todas las cosas- no pagábamos por nuestras bebidas.
Años más tarde apareció la simpática botella plástica y trajo con sigo la "dale que va" cantidad de 500 cm3 del brebaje negro. Nosotros lejos de estar más contentos empezamso a sospechar que algo se tramaban cuando los últimos mililitros los tomábamos a la fuerza con la panza a punto de explotar cual garrafa llena de gas.
Mientras tanto, la botella de litro de vidrio había mutado a la de dos litros, que casi siempre se usaba para hacer macetas con esa base de plático hoy impresentable que tenían abajo.
Algo pasó -no recuerdo bien- que la de dos litros fue reducida a litro y medio. Es el único antecedente que recuerdo en el que la carrera armamentística de Coca Cola dio un paso atrás en la batalla. Quizás el equivalente al Blog de Ramiro haya hecho su campaña y logró que la gente tomase conciencia del relleno cocacolístico que les estaban haciendo. A lo mejor alguien saltó con una teoría conspirativa en la cual acusaban a la famosa bebida de querer rebajarnos nuestra sangre azul y convertirnos en peores personas.
No sé bien, pero parece haber quedado allá lejos en la historia y tengo miedo de que esto siga.
Pongámonos firmes para el día de mañana y seamos concientes de cuánta coca cola queremos tomar. No nos dejemos rellenar como cartuchos de tinta para impresoras. Hagamos valer nuestra sed al precio justo.
¡Digamosle NO al bidón de 5 litros de Coca!