Hay veces que una frase dicha por una persona, quién quiera que sea, te marca para toda la vida. Si lo quiero decir más precisamente: te caga para toda la vida.
Hagan el siguiente experimento: vayan a la cocina, abran la azucarera, metan la nariz lo más adentro que puedan, huelan el olor del azúcar.
Nunca. Nunca más van a poder poner una cucharada de azúcar sin acordarse del aroma inmundo de lo que suponíamos que era dulce y rico.
PD: una teoría no confirmada insinúa que si la azucarera no es de plástico, el experimento puede fallar, en cuyo caso no me van a odiar. Queda dicho.
2 comentarios:
¿Quiso imitar el final de Scarface, acaso?
No me digas esooo!!!
Un asquete, ahora no me queda otra que probar...
Saludos!
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