Hemos hablado ya de unos cuantos defectirillos que tiene el diseño del ser humano. Digamos que si sale una versión "Darwin 2.0" podríamos arreglar el tema de los dientes, por ejemplo. Pero no nos quedemos con lo obvio.
Si vamos a pedir, pidamos.
Quién más, quién menos, todos nos sacamos los mocos. Algunos asquerosos se los comen. Otros más asquerosos se los comen en público. Otros lo niegan. Pero lo importante es que, como sea, hay veces en que ese moco debe ser extraído como sea porque molesta, pica, pincha o hasta asfixia (dependiendo de su forma y textura).
Existe gente elegante que lo hace en el baño. Están los impacientes que lo hacen en el semáforo. También los desprejuiciados que no esperan al semáforo y lo hacen mientras manejan. Pero casi nadie se puede dar el lujo de esperar a llegar a casa. Y empiezan a buscar formas camufladas de hacerlo: se agachan, se dan vuelta, hacen como que se rascan. Todo para evitar la hipócrita mirada juzgadora de quien también se saca los mocos pero pone cara de no hacerlo nunca.
Otra que el sexo: sacarse los mocos es el más grande tabú. (no confundir con la canción de Sade "the sweetest taboo", no se vayan al carajo).
Entonces, y volviendo al tema -si es que todavía lo recuerdan- tratemos de pedirle a la naturaleza una manito (sin doble sentido, aflojen con la chanchada).
Propongo que la nariz se mude. ¿Quién la necesita ahí en la cara? Digamos la verdad. Encima están esas narices aguileñas que causan trauma, están esas con granos que ni te cuento. Más problemas que satisfacciones.
Ramiro propone que la napia se mude a la pierna, a la altura del bolsillo delantero. Digamos, del lado derecho, para emparejar. Así uno podrá disimuladamente meter la mano como quien busca una moneda (y busca que te busca porque no aparece) y mientras tanto forcejear sin culpa ni evidencia contra el moco que se resiste a ser extirpado.
El hueco dejado en la cara podrá ser poblado por bigotes originales que ahora podrán crecer hacia arriba (¿bigote punk?) sin limitaciones. Y en el caso de las mujeres que no usan bigote pueden... qué se yo... pueden... pedir un pezón extra, ¡no sé! ¡no me pidan todas las soluciones che! ¿qué soy yo al fin de cuentas? ¿Dios?
2 comentarios:
pero estimado, ¿y el riesgo de asfixiarse cuando uno tiene una de esas erecciones súbitas incontrolables? ¿eh?
y además el tabú seguiría y por duplicado... cada vez que uno metiera la mano en el bolsillo la gente murmuraría
-se está sacnado los mocos
-ja, eso con suerte, para mí que se está manoseando
Podríamos intercambiar posiciones: la nariz ahí abajo cerca del bolsillo, y viceversa. Estoy seguro que los besos tendrían otra intensidad...
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