sábado, 27 de septiembre de 2008

¡Corten!


Cuando uno viene desprevenido a ver la película Mongol, cree que va a ver una de esas magníficas películas "chinas" que tienen amor y violencia acompañadas por el mejor sentido estético que se puede lograr, al mejor estilo "the house of the flying daggers".
Pero no.
Es una película que habla de la tremenda infancia y adolescencia -llegando por fin a la adultez- de un niño mongol que luego de pagar cuentas injustas contra sectas violentas de su pueblo a causa de un amor infantil, logra unir a todo el pueblo en un solo bando unido y fuerte. Logró (por las buenas y no tantas) hermanar a toda Mongolia bajo una misma bandera.
Y la película termina ahí.
Uno se queda con la imagen de un Temüjin espiritual, tenaz y bonachón, con valores puros y genuinos en medio de un medio ambiente hostil, pero que triunfa por encima de todas las cosas restaurando la paz en el enorme país asiático.
Todo lindo.
Pero uno lee las palabritas del final del la peli y se entera de que Temüjin al final de cuentas se erigió en el no tan desconocido "Gengis Khan", y como la memoria no nos falla nunca, recordamos que Peucelle ha peleado más de una vez contra él, que era bien malo. Entonces algo falla.
Y lo que falla es el turro del director, que corta la historia del mongol justo cuando deja de ser espiritual y bondadoso para erigir el imperio territorial más grande que supo conocer este mundo, basado en matanzas y asesinatos masivos sanguinarios y despiadado de todo aquel que NO FUESE mongol.
Es como hacer una película sobre "el colimba simpático" en la que cuente la vida de Jorgito, un pibe macanudo que cebaba mate para todo el pelotón de infantería del saraza, y que dicha peli termine el día en que le hacen la fiesta de finalización del servicio militar obligatorio. Claro, solamente el que quiere va y averigua que ese Jorgito macanudo, apodado "La Pantera Rosa", se convetiría en el presidente de los argentinos en 1976.
Vamos, muchachos. ¡Que nosotros no somos ningunos mongólicos!

4 comentarios:

Fodor Lobson dijo...

Excelente...

tornes dijo...

Todo es un operativo de prensa: ni Gengis Kahn fué tan malo, ni Peucelle tan bueno...

La película "La caida", ¿sería el ejemplo contrario a ésta?

Anónimo dijo...

¿La caida es la que muestra a Hitler y sus secuaces como unos cagones?

Si es esa, no es un ejemplo opuesto sino otro ejemplo más

anitaX dijo...

solemne este post...casi casi para enmarcar.