domingo, 21 de septiembre de 2008

La Parca Hairstyles

Ramiro venía de un largo día de trabajo. Estaba cansado pero decidió ir a cortarse el pelo de todas maneras. Al menos era menos trabajoso que cortar el pasto.
Se dejó cortar sin problemas. Normalmente se la pasa dando indicaciones: ese pelo sí, ese no, ese lo quiero largo, a ese enrulalo. Pero esta vez no tenía ni fuerzas. Tanto que empezó a cabecear -y eso que nadie tiraba centros-. El peluquero siguió en la suya. En determinado momento el cuello de Ramiro se relajó del todo rindiéndose a la maldita ley de Newton, y dejó caer la cabeza que casi nunca descansa. La tijera del peluquero estaba en posición, y le pasó cerquita a la aorta, que sin comerla ni beberla casi se ve pinchada mortalmente en tan ridícula situación.
Eso sí, la tijera a su paso le dejó un hermoso corte gangsta a Ramiro, casi sin quererlo.
Algo así como la foto de este ñato.

3 comentarios:

tornes dijo...

Legítima expresión de diseño craneal. Exhíbalo orondo y orgullosamente, Ramiro.

Fodor Lobson dijo...

La Parca no descansa nunca, Ramiro, especialmente con usted que le tiene la Guerra declarada.
Ojo con hacerse afeitar por extraños!!!

JLO dijo...

che loco, todo bien con los peluqueros... esa cabeza es "inanerrable" es decir, no se puede arreglar...

este post tiene q ver -ilogicamente- con mi ultimo post...

salu2

www.ceaa.blogspot.com