miércoles, 22 de abril de 2009

Nombres

Varios de los habitués de este bolichito llamado Abecedarios, que ya tiene más de dos años y medio y un Boeing de posts, tienen nombres raros: Libélula de Acero, Fodor Lobson, Carpe Diem, Psicodélica Star, Subjuntivo(!), Curubeta, Complejamente Yo, Zorro viejo y no me quiero olvidar de nadie pero seguro lo hago. Es más, creo que sacando dos Marianas, ninguno tiene un nombre como Dios manda.
Y Ramiro Paz, un servidor, no es la excepción.
Es que cuando nació Internet muchos decían que el gran hermano de acá, que te espían de allá, que hay violadores detrás de cada chat, ped0fil0s en cada código HTML, etc... entonces no convenía dar los datos de uno públicamente. ¡Ni hablar de la tarjeta de crédito!
Hoy en día, que ha pasado mucha agua bajo el puente y que hemos aprendido muchas cosas sabemos que... ¡era todo cierto!
Pero bueno, que la inocencia nos valga.
Ramiro Paz ha recibido invitaciones en Facebook, por ejemplo. Todo un lío.
El problema es que vengo rompiendo un poco los cocos con el asunto de la novela y si no doy un poco de datos, nunca la van a poder leer.
Entonces llegamos a un cruce en T en el que hay que decidir hacia dónde queremos ir (¿hacia Asia?).
Y aparentemente ese cruce llega en estos días.
Esperemos que no me equivoque otra vez.

to be continued...

4 comentarios:

Fodor Lobson dijo...

qué momento!
¿qué decidirá hacer nuestro heroe, Ramiro Paz?

chan chan chaaaaaan

gerund dijo...

viejo, que nuestros nombres son re como manda dios (bueh, ok, no el dios católico, pero a alguno que le caigamos copado, qué sé yo, alguno griego ponele, tiene que haber...).

yo siempre me olvido de los nombres, pero recuerdo las caras. así que con los blogs la tengo complicadísima...


(lo cual me recuerda las sabias palabras del gran Marx: "yo nunca olvido la cara, pero con la suya voy a hacer una excepción").

Anónimo dijo...

yo no recuerdo nunca una cara. siempre las cecas.

gerund dijo...

hoy, por algo que nada tenía que ver (dejando de lado el hecho de que releí por vez no sé cuánto Romeo y Julieta -esta vez gracias a "Literatura en lengua inglesa"-) me quedé pensando si "What's in a name?" no sería una de esas citas que se repiten todo el tiempo, y que a todos nos suenan familiares, pero no sabemos realmente dedónde viene esa sensación...

(perdón, vine acá a comentar en otro post y no sé por qué me acordé de este y en seguida -Fröid mediante- me acordé de esto que había estado pensando antes... lo sé, soy una desubicada...)