jueves, 11 de junio de 2009

Juventud, Divino Tesoro

Cuando uno es joven, lo quiere todo y lo quiere ya.
Con el tiempo las mañas aumentan, las ñañas también. El ritmo decrece y uno se vuelve más paciente. Paciente de todo tipo de doctores.
Ya van a ver.

2 comentarios:

Fodor Lobson dijo...

Usted sí que sabe alegrarle a uno el día...
=P

tornes dijo...

Ya lo ví, prácticamente tengo un doctorado.