lunes, 27 de julio de 2009

Ventilador

Eh, creo que no conté el final de la historia. Es que no me doy por vencido, nunca.
Como decía el Norber: o sos parte de la solución, o sos parte del problema.
El segundo ventilador ya no dejaba dudas acerca de su calidad, ya que era Whirpool; la misma marca que el que estaba instalado con éxito en la pieza de los grossitos.
La diferencias eran las siguientes: éste tenía 4 aspas en lugar de 6, pero para compensar era 10 pulgadas más grande de diámetro. El de los grossitos andaba de perillas, y este no te soplaba más que la nuca. Y sabemos lo peligroso de esa actividad.
Entonces, previo chequeo de manual de instrucciones del ventilador de los grossitos (que sí, todavía lo tengo y ya pasaron 6 años) verifico que la base que va atornillada al techo es la misma, por lo que hacer el intercambio de ventiladores, no iba a ser una tarea imposible. Nadie me creía, pero en 10 minutos logré la tarea sin caerme de la escalera, sin cortar la luz y sin electrocutarme. Creo que lo único que hubiera preocupado era si cortaba la luz porque estaban viendo una peli, pero mejor quedémonos con la duda.
La cuestión es que el ventilador más chico pero de más aspas, anda como los dioses en donde los otros ni soplaban, y el más grande si bien no es un turbo, anda muy bien en la pieza de los grossitos, y al ser más grande, casi casi que llega vientito a las camas y no solamente en el centro.
Ya sé que hasta acá no llegó nadie y se fueron todos a otro blog, pero la parte interesante viene ahora, en la que explico por qué se solucionó el problema.
No es que los ventiladores anteriores fuesen malos, sino que la ubicación del mismo era problemática. Si bien lo sigue siendo, ahora con un ventilador más chico se nota menos. El efecto destructivo era la proximidad exagerada a las paredes. El viento que tira el ventilador no lo fabrica en el momento sino que lo chupa desde arriba, y mientras no haya un agujero en el techo (cosa que dificultaría la instalación) el aire que chupa tiene que venir de abajo. Pero si las paredes están cerca de las aspas que giran a lo loco, ¡el aire no puede pasar! entonces las moléculas se alinean y van pasando despacito, hasta que logran ir por arriba del ventilador, son expulsadas hacia abajo en esa misma miserable cantidad, y así es como recibía un vientito paupérrimo.
Espero que se haya entendido y ya saben: instalen siempre en el centro de la pieza. No es magia negra. Es un viento loco.

La imagen es ilustrativa solamente (?)

2 comentarios:

Fodor Lobson dijo...

está hecho usted un as de la mecánica de fluidos

tornes dijo...

Eso explica por qué no hay ventiladores de techo en los ascensores.