domingo, 2 de agosto de 2009

¿Lo Sabía?

En buenos aires no hay mucho de lo que voy a describir, pero uno nunca sabe en qué momento una pelotudez leída en un blog le puede ser útil, por lo tanto hagan lugar en sus memorias y guarden este dato interesante.

Las calles doble mano que tienen lomos de burro tienen un truquito. Si no hay mucho tráfico o pasás a una hora en que la calle está desierta, y te rompe los cocos frenar tanto y/o romper la suspensión del auto, y aun así querés ir un poquito más rápido sin que te jodan (y tratando de no matar a nadie), este truquito es para vos.

No, no estoy hablando de pegarte al cordón derecho para que la rueda de ese lado no suba al lomo de burro. Ese es un truquito malísimo porque hacia esa mini canaleta suelen deslizarse todos los elementos contundentes que andan dando vueltas por la calle (tornillos, etc) y ahí nomás te comés una pinchadura.

Lo que yo te digo es posta.
Resulta que los lomos de burro no son simétricos. ¿Acaso los burros lo son? ¿Por qué habrían de serlo sus lomos? Tienen las forma de un ala de avión, con un frente más bien gruesito y una caída leve, tipo colina de los Ingalls. Es decir que si pasaste la primera mitad, lo peor ya pasó.
Pero pensá que si la calle es doble mano, entonces el efecto tiene que ser simétrico para obligar a ambos sentidos a disminuir su velocidad. ¿Me siguen todavía?
Eso implica que si viene un lomo de burro y en vez de cruzarlo por tu carril, te cruzás al de enfrente, lo encarás en su subidita más gentil y delicada, sin sacudirte como en las tazas de Ital Park. Es más, casi te diría que te hace un saltito tipo Dukes de Hazzard en el que podes gritar "Yuhuuuuu" agitando tu sombrero texano.

Si alguien necesita un dibujito, me avisa.

Feliz Domingo para todos. Este es un post hecho con..... AMOOOOOOOOORRRRRRR.


1 comentario:

tornes dijo...

Por mi barrio no se han tomado el laburo de planificar diferentes ángulos de ascenso/descenso. Más que lomos de burro, son canelones con poco relleno, una verruga apaisada que le salió al asfalto, digamos.