En mi empresa hay mucha gente con autos de la empresa. Bueno, no son exactamente de la empresa. Son tuyos por tres años y al final te lo cambian por otro nuevo. Y lo garpás, hay que decirlo. Es como si fuese un alquiler de un auto, 0 km, hay que decirlo también, con nafta ilimitada y hasta un lavado gratis por mes. Hablando de eso, en los 16 meses que hace que tengo el mío, no aproveché 12 de esos lavados. Si alguien tiene olor a sobaco, avise y le doy los vales.
Bueno, resulta que la secretaria vive cerca y no le conviene sacar auto. Pero cuando tiene que hacer trámites, pide alguno de los de la empresa para no gastar su nafta. Eso, hasta ahí, está bien.
Ahora, que yo tenga el mejor gusto y criterio para elegir auto no me tiene que convertir en la víctima. Al principio le pedía el auto una vez a cada uno. Iba rotando. Pero en cuanto se subió al mío un par de veces y vio que no era casualidad, no rotó más. Vuelve siempre al mío. Es que tiene muchas ventajas: está limpio por dentro (no es que yo haga algo en especial, pero dejarle a tus hijos comer yogurt en un viaje de 20 minutos, para mí, es de boludo); siempre que lo arrancás tiene buena música; y por sobre todas las cosas, es un auto divino que anda de puta madre.
Las mujeres deben saber (y si no, deberían) que a los hombres se los cautiva no solamente por el estómago sino también elogiándoles el auto. Y bueno, boludo, uno no es de madera (guiño guiño).
Entonces me quejo un poco pero no mucho. Eso sí, como soy un fanático, cuando entro al auto el día que lo manejó, vuelvo para atrás las canciones que me perdí del disco que esté puesto.
Todos los autos tienen el minitecladito para desactivar la alarma. Tenés que apretar una cierta cantidad de numeritos y alguna de las teclas del costado (nótese que no digo cuántos números ni nada para que si me lo afana alguno de ustedes después de semejante propaganda, al menos le cueste más ponerlo en marcha).
La secretaria no se puede acordar de memoria todos los códigos (hoy el mío se lo acuerda porque lo usa seguido) entonces el primer día le di un papelito con la secuencia anotada.
Antes de ayer, buscando una moneda de 5 shekel para sacar un changuito del súper (no se distraigan, lo explico otro día) revuelvo los numerosos mini compartimientos de la consola y ¿qué me encuentro? ¡el papelito con el código! ¡Adentro del auto!
(¿se entendió el remate? yo se que es flojo, pero no me digan que el nudo del relato no estuvo medianamente entretenido. Hagamos algo, para compensar a aquellos que no se sintieron retribuidos por la lectura, les dejo una fotingui del auto ¿ti?¿tamos contentis ahori? Bueno, listi.)
7 comentarios:
Che, salame, hablando de gente que no piensa...¿no pensaste que ya que esta mina te agarra de gil ( ah, no te habías dado cuenta ) como mínimo te la tenés que garchar?
"Pero cuando tiene que hacer trámites, pide alguno de los de la empresa para no gastar su nafta"
Dios castiga al pijotero, flaca, andá a la concha de tu madre!
(tenía que decirlo, ya está)
totalmente de acuerdo con Subjo
sabía que me iban a salir con eso, pero no quise explayarme.
supongamos que yendo a hacer trámites para el laburo, te chocan el auto.
qué onda? vos te crees que alguien te va a tirar un diez?
Totalmente desilusionado. Cuando leí "fotingui" esperaba ver escoti pronunciadi de secretarii.
y pensar que yo no agarre ese puesto... hoy podria estar protagonizando tu post.
Me perdi mis cinco minutos de gloria...
Hay sabio provervio que dice: La mujer, el auto y los discos NUNCA SE PRESTAN!!!! Pd. la mujer puedo dudarlo, pero las otras dos cosas JAMAS!!!
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