Nueva Era

Es probable que el mundo haya empezado a empeorar desde hace un par de días, y lo siga haciendo. Poco, no mucho. Pero es mi culpa, por decirlo de alguna manera.

En el pasado, cuando alguien -lease: medio energúmeno- se mandaba alguna cagada fea contra mi persona, yo reaccionaba. Pero no solamente para corregir su error (digamos: estacionaron bloqueando la salida de mi estacionamiento, por ejemplo) sino que lo hacía de manera exagerada: le gritaba, me peleaba, desahogaba mi bronca, todo eso con el objeto de educarlo; de lograr que el día de mañana, cuando ese energúmeno quiera estacionar, digamos... en la cuadra en la que vos vivís, se acuerde de mis gritos y decida no bloquearte el estacionamiento. En definitiva: lograr que aprenda la lección y sea una mejor persona.

Siempre fui -según la definición de los diferentes docentes que acompañaron mi educación desde la primaria hasta que me recibí de ingeniero e incluso después- un "defensor de pobres". También quise ser abogado de verdad, imaginate. Saltaba por los que no tenían voz, en incluso cuando preguntaban, se solían hacer los boludos como que era idea mía (supervisores de X-28, teléfono!).

Pero las consecuencias de tal cruzada, a la vista de los resultados, dejaba las siguientes conclusiones:

- el mundo sigue siendo un lugar poblado de gente de mierda que no parece disminuir.
- cuando le grito a alguien y me peleo, aunque yo tenga razón (o crea tenerla), lejos de terminar tranquilo y descargado, termino nervioso y alterado. Gritar altera. Descargarse violentamente solamente te carga más.
- la probabilidad de que aquel tipo estacione bloqueando tu estacionamiento es alta y hasta te diría que es bastante probable que lo vuelva a hacer, estando seguro de que "el loco que me gritó seguro no vive acá".

La cuestión es que en pos de la mínima probabilidad de salvarte la vida(?), yo dejaba el alma en la cancha y quedaba hecho una piltrafa.

Y no. Basta. Se terminó. Son ustedes o yo.

O mejor dicho... es la probabilidad de salvarlos, o yo. Porque cuando mis acciones corrijan algo en forma cierta e inmediata, seguiré cambiando al mundo. Si hay que ayudar a alguien a levantarse porque se tropezó, el bien se hace en forma instantánea y no es discutible.
Pero en el resto de los casos, no cuenten conmigo.

Mi gurú me lo enseñó.