domingo, 14 de febrero de 2010

Himno (Ayn Rand)

Y sin embargo no tenemos vergüenza ni arrepentimiento. Nos decimos a nosotros mismos que somos miserables y traidores. Pero no sentimos culpa en nuestra alma ni miedo en nuestro corazón. Y nos parece que nuestro espíritu está claro como un lago al que no turban los ojos de ningún hombre salvo los del sol. Y en nuestro corazón, ¡extraños son los caminos del mal!, en nuestro corazón tenemos paz por primera vez en veinte años.

1 comentario:

Anónimo dijo...

son interesantes los personajes de ayn rand, me gusta saber lo que piensan aunque a veces se extiende un tanto en los discursos y diálogos.
me encantó the fountainhead (creo que el manantial, en castellano).

t.