viernes, 29 de octubre de 2010

Maldades En la Pileta

Ustedes tienen que saber cómo funciona el vestuario de varones en la pileta: todos contra todos. Say no more.
La gente deja los bolsos ahí con su ropa y pertenencias. No, no se la roban. Pero nadie dobla la ropa y la mete en el bolso sino que la dejan colgadas en los ganchos que hay para colgar... la ropa, claro.
Son unos bancos para cambiarse, que en la parte superior tienen ganchos. Se entendió, ¿no?
Pero en las horas de mucho público, los ganchos cotizan.
Hay un viejo (no tan viejo, o al menos no tan de mierda, porque nada más tiempo que yo) que es un poco obse con el tema de la ropa. Usa camiseta... de viejo(!) debajo de la camisa, pantalon planchadito, y sandalias de nena.
Cuelga la ropa como si fuese que se está secando. Es decir: usa un gancho para cada hombro de la camiseta, otros dos ganchos para la camisa, así, bien abiertita, otro para el pantalón, y uno más para el bolsito con el shampoo.
Un día vengo y veo ese campamento y no encuentro un puto gancho para mis trapos. Bueno, uno había, pero 6 a 1 me pareció demasiado injusto, socialmente hablando. Le descuelgo un hombro de la camiseta y pongo ahí mi camisa.
Voy a nadar. Cuando vuelvo, veo que su apestosa camiseta está de nuevo extendida en dos ganchos, y mi camisa está compartiendo el gancho con el pantalón. Ergo: el tipo la descolgó.
Lo veo y le pregunto -tengan en cuenta que el viejo estaba en bolas al momento de debatir-: ¿por qué moviste mi camisa?
Me dice "¿y vos por qué descolgaste mi camiseta?"
yo: "yo no descolgué nada"
él: "ah no? si vos no descolgaste nada, yo no moví nada tampoco"
yo: "no te da vergüenza que el vestuario está que estalla y vos ocupás 6 ganchos?"
él: "ahi tenés" y me señala UN gancho desocupado en la otra punta del vestuario. Como si yo fuese a poner mi pantalón acá, la camisa allá y las medias metérselas en el orto.
Para terminar le dije "gente como vos está sobrando en este país".

Pero la cosa no quedó ahí. Ahora cada vez que voy a nadar, y me cruzo en el vestuario con sus espantosos andrajos, le descuelgo un hombro de la camiseta y uno de la camisa. Y ayer, -por accidente, pero pasó- directamente le volteé la camisa.

Así que cuando se preguntan, qué hace josi en la pileta, no digan "nada", porque últimamente estoy muy ocupado consiguiéndome una vida.
En el próximo capítulo le desinflo el salvavidas y se ahoga el muy hijo de puta.

1 comentario:

tornes dijo...

¿No existen por allá esas cosas triangulares, con un signo de interrogación en la parte superior, que te permite colgar pantalón y camisa simultáneamente?