Me ha tocado ver lo siguiente más de una vez:
Reunión nocturna. Mucha gente. Algunos no se conocen entre sí. Tampoco se hablan. Pero preguntan: "che, ¿cómo se llama ese?"
Al día siguiente ves esto:
Fulana Fulanez y Mengano Menganes ahora son amigos.
Así. Por decreto.
La gente colecciona nombres. Ya ni siquiera conocidos. Nombres.
Yo intuyo que es para que eso le de acceso a "información". Cuanto más extendés tu red, de más cosas te enterás (si hay una fiesta en tal lado, cumpleaños de tal otro, ver las fotos de sus amigos -que todavía no tuviste excusa para agregarlos como propios- enterarse quién salió con quién a la noche y qué hicieron).
Vamos mal muchachos. Vamos mal.
2 comentarios:
Facebook es Gran Hermano.
y están también esos amigoides que aceptás por las dudas, porque no estás seguro de conocerlos y no sea cosa de quedar mal... y te saturan toda la pantalla con boludeces imbancables y scrolleás y scrolleas hasta que la ruedita del mouse te queda del tamaño de una arveja.
Publicar un comentario