viernes, 26 de noviembre de 2010

Patetibook

Me ha tocado ver lo siguiente más de una vez:
Reunión nocturna. Mucha gente. Algunos no se conocen entre sí. Tampoco se hablan. Pero preguntan: "che, ¿cómo se llama ese?"
Al día siguiente ves esto:

Fulana Fulanez y Mengano Menganes ahora son amigos.

Así. Por decreto.

La gente colecciona nombres. Ya ni siquiera conocidos. Nombres.
Yo intuyo que es para que eso le de acceso a "información". Cuanto más extendés tu red, de más cosas te enterás (si hay una fiesta en tal lado, cumpleaños de tal otro, ver las fotos de sus amigos -que todavía no tuviste excusa para agregarlos como propios- enterarse quién salió con quién a la noche y qué hicieron).

Vamos mal muchachos. Vamos mal.

2 comentarios:

Gusty dijo...

Facebook es Gran Hermano.

tornes dijo...

y están también esos amigoides que aceptás por las dudas, porque no estás seguro de conocerlos y no sea cosa de quedar mal... y te saturan toda la pantalla con boludeces imbancables y scrolleás y scrolleas hasta que la ruedita del mouse te queda del tamaño de una arveja.