lunes, 26 de septiembre de 2011

Tu Perversión y la Mía

Hay mucha gente que se come las uñas.
Está bien, algunos solo las muerden y las escupen. No los ofendas.
Lo extraño es por qué se ensañan con las pobres uñas, que tan útiles pueden ser a la hora de tener que despegar una calcomanía o bien un moco rebelde. ¿Por qué no hay gente que se come los pelitos del antebrazo, por ejemplo?


1 comentario:

tornes dijo...

No hay nada que esté más a mano.