miércoles, 5 de octubre de 2011

Sean Educados

Cuando algún compañero de trabajo estornuda le deseás "salud!".
Tampoco es que esté tan enfermo. No exageremos. Algunos estornudan porque la secretaria se puso un pullover de angora. A esos en vez de salud habría que gritarles "marica!"
Yo quiero que seamos más considerados. Hay otro tipo de dolencias del cuerpo que merecen nuestro deseo de mejora. No solo por el bien de nuestros semejantes sino por beneficio propio.
Por ejemplo: un pedo muy oloroso de un compañero está diciendo mucho acerca de lo mal que se siente del estómago. Desearle salud no solo lo aliviaría (en caso de que esos deseos sirvan para algo, claro) sino que nos salvaría a nosotros de tamaña experiencia asquerosa. Especialmente si viajamos en el mismo ascensor por espacio de 7 pisos.
Cuando tosen esa tos gargajosa, nos infectan el ambiente con sus bacilos inmundos. ¡Salud!
Y también cuando comentan el capítulo de anoche del Gran Hermano.

Al gran pueblo de enfermos, ¡Salud!


4 comentarios:

Gusty dijo...

Sean educados.
Sean penn.

tornes dijo...

Descerrajarse un buen pedo, sostenido y elocuente, es saludable. Ahí no aplica desear salud.

Cachito dijo...

Che, salame, avisale a tu viejo que las naranjas no tienen carozos.

Anónimo dijo...

Salud!