jueves, 16 de agosto de 2012

Como Cambiar el Mundo

Hay mucha gente que todavía cree que puede cambiar al mundo. Me parece bien. Porque los extremos hacen que las cosas se equilibren. Si no, con tanto hijo de puta, se iría todo al carajo.
Y aun cuando yo creo que no se puede cambiar el mundo, siempre que veo una iniciativa, trato de aportar algo que los haga durar más que un pedo en una canasta.

Es que... claro... siempre hay mil tipos que hacen buenas acciones, que pintan asilos de ancianos, que reparten comida en las villas o que enseñan a leer a nenes en Santiago del Estero. Siempre hay mil. Pero somos mucho más que mil en el mundo. Y no alcanza. Por cada mil de esos, hay trece mil garcas.
En el diario siempre salen esas notas de color excepcionales relatando como un grupo de jovenes hacen algo piola. Sí. Sale en la última página. Y todo el resto del diario chorrea sangre e injusticia.

El mundo no se puede cambiar. Los gobiernos nunca reparten bien la plata. Y todo eso está tan afianzado, tan arraigado, el sistema tan aceitado... Si no fijate: te llega un papelito de mierda diciendo que tenés que pagar el impuesto de alumbrado barrido y limpieza y vas como un buen chico y lo pagás. Y es un papel! no es un matón que te rompe un pulgar. Entendes? La hicieron bien. Lograron domarte.

Y si a pesar de todo querés cambiar el mundo, entonces vení con ideas. Ir a pintar un refugio de madres golpeadas está bien. Pero eso tiene principio y final. Acá hacen falta cosas que SIGAN.
Tan podrido está todo que si esos pibes quieren seguir pintando asilos(?), logran que les hagan una nota en una revista, y se empiezan a hacer conocidos, enseguida alguno pierde la brújula y empieza a robar. Si hasta las Madres de Plaza de mayo la cagaron, imaginate.

Tan de mierda es  este mundo que todas las modas son malas. Quiero decir... lograron que TODOS tengan celular. Lo lograron. 4000 millones de personas tienen un bicho así en el bolsillo. Pero no logramos que 1000 millones pinten un asilo de ancianos. Logramos que medio mundo tenga i-phone. Pero no logramos que 500 millones de personas donen comida para los pobres. Todo el mundo mira el gran hermano vip(?) pero nadie se molesta en enseñarle computación a los chicos del campo(?)
Se entiende lo que digo? Decime UNA SOLA tendencia que haya prendido como reguero de pólvora en la masa de gente y que nos haya llevado a un lugar un poco mejor en este mundo. ¿Qué moda fue positiva? Ninguna. Y todo es porque las modas tienen un solo objetivo (no, no es que vos te diviertas ni estés conectado ni tengas fotos de alta definición): llenarle los bolsillos a alguien. Todas las modas llevan a que alguien se llene de guita, sin importar si eso a la gente le trae cáncer de pulmón, cáncer por radiación, obesidad o sida.

Entonces tenés dos opciones: ser parte de la solución, o ser parte del problema.
Pensemos. Por ejemplo. Si los gobiernos se roban la plata, y te cobran impuestos, pero vos no ves que esa plata llega a destino. Entonces hagamos las cosa más transparentes. Que a todos nos bajen 100 shekel(?) de impuesto a las ganancias, pero que tengas que donar a la salida del super alimentos de tu changuito y recibir un sello que donaste. Al cabo de un mes, tenes que juntar 3 sellos. Y esa comida va a la gente de esa ciudad que no tiene para comer. Y todo bajo la luz del día, sin lugar a la corrupción. Volver un poco al trueque. Sin fondos que se puedan desviar ni chorear.

Más. En vez de pagarle 70 lucas a un artista pelotudo para la fiesta del día de la independencia, que hagan escenario abierto con certámenes previos de selección de valores locales, y con la plata que se ahorraron, armar ollas populares en la plaza central(?) durante dos meses.

Eso. Ir al grano. Que se vea. Pero no de unos pocos utópicos soñadores de imashin. No. Algo que sea global. Por una vez en la vida que haya una puta tendencia que aporte algo a la vida y que los que se beneficien de esa tendencia sean los pobres, o todos, pero no unos 4 o 5 gordos capitalistas.

Hay que hacer cosas. Hacerlas y punto.
Todos putos.

3 comentarios:

tornes dijo...

Zurdito.

Gusi Bejer dijo...

Hay una tendencia global que aporta más a la vida que ninguna otra: garchar.
Miles de millones garchan y solo unos miles o cientos de miles de garcas violan. Osea, no garchan, garcan.
Garchan los ricos, garchan los pobres, la sufrida clase media garcha.
Y no pasa de moda.

Anónimo dijo...

El cerebro humano es demasiado retorcido y está lleno de pensamientos egoístas. Es por eso que no puede dejarle paso al alma y sus buenas intenciones.

Yo quiero creer en el futuro, en las generaciones por venir... Apuesto a ello y siento que mi misión en el mundo es abrirles un poquito más los ojos, volverlos un poquito más compasivos. Eso hago todos los días en mi trabajo. Ojalá sirva.