lunes, 10 de septiembre de 2012

***SPOILER*** Take this Waltz

Si no viste la peli y la vas a ver, quizás quieras leer este post despúés de hacerlo. Avisé.

Increíblemente veo esta película al día siguiente de hacer un ARP TV (el #97) que habla mucho de esto.
No se si todos vieron lo que yo vi en la película, así que empecemos por ahí.
Cuando leés que una mujer conoce a un tipo encantador en un vuelo de vuelta a casa y descubre que es su nuevo vecino de pedo total, uno ya se imagina el romance que se viene.
Cuando te muestran que el marido es un tipo macanudo, que no se saca los mocos en la mesa ni deja todo tirado, o cuando te muestran que la pasan bien, que se rien, que juegan, y que ojalá vos tuvieses una pareja así, vos decís "zas, se viene miguel mateos la tragedia". Pero no. El chabón no se muere ni queda paralítico ni le pega ni le mete los cuernos. El chabón es un macanudo. Solo que ella tiene sus mambitos y no consigue convencerse de que es feliz. Y digo eso porque ser feliz no es un estado comprobable con ningún análisis. Como dije en ARP TV: el cajero del super puede ser la persona más feliz del mundo, aun sin tener un i-potz. Ser feliz es algo que uno "decide" (también como relataba Peto Menahem en su brillante monólogo en "juntos para siempre"). Y no confundas decidir con conformarse eh. No. Esto está adentro.
Vos tenés que aprender a ser feliz. Probá con cualquier cosa. Una frutilla grossa, un ananá. Las frutas son un buen camino para entender qué es ser feliz; cómo se hace. Es como tocar guitarra, che! no se nace sabiendo. En algunos casos te enseñan tus padres o tus seres cercanos (no hablo de la guitarra sino de ser feliz) y vas aprendiendo cómo es ese tongo de ser feliz, que después va a ser el parámetro que juzgue internamente cada faquing cosa que hagas: trabajo, pareja, hijos, carrera, físico, intelecto, garches.
La mina esta parece que no aprobó las últimas dos materias y a pesar de que una gorda negra en pelotas le dice en el vestuario "the new gets old too", la mina no hace caso y es por eso que su marido no entiende una mierda cuando ella de repente le dice que se va.
Y en una secuencia de secuencias genial, te muestran en 4 minutos cómo la vida de esta mina con el chaboncito de enfrente, luego de pasar por varias estaciones de pseudofelicidad (y digo pseundo porque lo que sigue lo confirma) llega a la misma escena de silencio frente a la tele con las noticias como al ppio con su marido, y se dicen te quiero sin explayarse mucho más y siguen ahí. Y al final se va al parque de diversiones sola. Cuando quizás empieza a superar ese miedo de estar en "conexiones" entre una cosa y otra y se banca empezar de cero.
Es que la mina no supo ser feliz. Le dieron la 7 del Real Madrí y no se la supo calzar. Se comió todos los caramelos en una tarde y al día siguiente se dio cuenta de que las caries existen.
El pasto del vecino. Siempre más verde. Sí, para los ciegos. Los que pueden de verdad abrir los ojitos, los que aprendieron a ser felices y se rompieron el orto para poder saber hacerlo, esos miran su pasto, y sin importar su estado o su color, son capaces de generar esa cosa abstracta, inconmensurable, que es ser feliz. Y te digo más... quien lo logra, también tiene muchas chances de lograr que su pasto se vea verde con el tiempo. Aunque eso, en realidad, no importa un carajo. El pasto sos vos. El pasto lo llevás adentro. Regátelo.


1 comentario:

Leonardo dijo...

Simplemente Excelente.