Mientras escucho el disco homónimo de Martika, recuerdo que fue, curiosamente, mi 3er CD en la historia, solo detrás de Exile on Main Street de los Stones y de Past to Present de Toto.
Y cuando uno se compraba... corrijo, y acá la pregunta. Cuando yo me compraba un CD, por más que no era un gasto tremendo, yo lo tomaba con sumo respeto y responsabilidad. Y me lo escuchaba de pe a pa mil veces, tratando de que me gusten la mayor cantidad de temas. Y si alguno no me gustaba, era un porcentaje de fracaso que había que aceptar. Era como que en cierta forma ese tema me hizo "tirar la plata".
Es que... el CD no es como un tomate o una naranja, que podés tirar un gajo si no querés más. No... el CD tenía (era) que ser una compra acertada. Uno estudiaba bien cada CD antes de comprarlo para estar seguro de que por lo menos había varios temas "seguros" que te gustaban mucho. Y el resto era una aventura a lo desconocido. No como ahora que podés escuchar todo el disco antes de comprarlo. Antes vivías a merced de lo que las radios decidían (luego nos enteraríamos de que el playlist no lo armaban los conductores sino que eran arreglos comerciales de la radio con las discográficas).
Dónde quedó hoy el respeto por las canciones. O siquiera por los discos, que los escuchamos 4 veces y a la mierda con todo.
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