lunes, 8 de noviembre de 2021

Almirante, mi viejo y yo.

Hola Pa.
Yo sé que no te escribo seguido. Y sí, sé que por alguna razón no tan extraña siempre tiene que ver con el fútbol. Pero bueno... vos tenés algo que ver con eso. Me acuerdo cuando veíamos los partidos en la tele y yo trataba de decir algo intentando acertar. Tiraba algún "qué bien que está jugando Sánchez" y vos decías "no! es un tronco!" y yo me decepcionaba porque veía que no entendía lo suficiente. Y sigo así. Te aviso. Veo todo diferente.
Pero lo que venía a decirte es que algunas cosas no cambian. A ver si te logro reactivar la memoria. ¿Te acordás en los 70 cuando ibamos a veces a la cancha a ver a Almirante? Siempre ahí, equipo aguerrido de la B, siempre peleando arriba, pero en las últimas fechas perdiendo milagrosamente partidos incríbles que lo relegaban y alejaban el sueño inalcanzable de jugar en Primera. Con los años me fuiste transmitiendo la frustración de saber que no era milagroso sino intencionado. Los aurinegros iban para atrás. No querían ascender. En mi mente ochoañera no entraba en la cabeza semejante cosa. ¿Cómo podía ser que se esforzasen tanto durante 38 partidos y un año entero para dejarse ganar en los últimos 4 y perder el ascenso? ¿qué otro sentido tenía todo eso sino ascender? ¡No me entraba en la cabeza! Hasta ese sábado en Casanova cuando fuimos a ver la última fecha contra San Telmo, que ya había descendido. Era papita p'al loro. Si ganábamos íbamos a la final por el ascenso. Y no solo no ganamos sino que perdimos. Con un San Telmo descendido perdimos. De locales. Y no solo perdimos sino que nos dieron una paliza para el Guiness. 5 a 2. Había un centrodelantero de ellos que creo que se llamaba Marchesini o Marchetti, que cada pelota que recibía era gol. Y no me olvido más, te juro que no me olvido más como la gente rompía el carnet de socio y las banderas y los pósters de papel que te vendían en la cancha para que pegases en el negocio de San Justo. Todos tirando la bronca y putenado porque "iban para atrás". Lo escribo y me da furia que produce llanto. Era tan injusto. Uno iba y alentaba y ellos te traicionaban así. Entonces volviendo en ese infame Falcon te pedí explicaciones. Me dijiste que para jugar en primera había que tener un equipo competitivo, con jugadores de primera. Porque si no, te hacían 8 por partido. Que no era lo mismo Kadijevich que Telch o el Beto Alonso. Que Almirante no podía costear semejante cosa y que por eso, en la recta final, les decían a los jugadores que se dejasen perder.
Ese día perdí la inocencia y entendí que el mundo era un lugar cruel en el que solamente en el cine las cosas eran como deberían. Después aparecería Woody Allen y me di cuenta de que ni siquiera eso.
¿Te acrodás o no?
Bueno, nada. Cuando el mundo está dando vueltas como bola sin manija y cosas locas pasan como Arsenal de Sarandí o Banfield o ¡Colón! saliendo campeones de Primera, dije que esta vez se nos daba. Estuvimos en la B, que ahora es la C en realidad. Porque ahora la B se llama "Primera Nacional". Una pelotudez, porque igual te siguen cantando "te fuiste a la B". Y ascendimos de la B a la Primera Nacional esa. Venimos de abajo con un equipo modesto con jugadores con apodos de la B: "Gurí", "Pomelo". Imaginate. Y de repente empezamos a ganarle a todo el mundo. A los grandes que incluso estuvieron en Primera: Belgrano, Tigre, San Martin de Tucuman, Quilmes. A todos. Y estamos punteros con 5 o 6 puntos de ventaja faltando 5 fechas. Me dije "el mundo cambió y te voy a poder contar" Y pensé en sacar la camiseta de almirante (la chiquitita esa que llevaba a la cancha con el 7 de plástico cosido en la espalda, que obvio todavía la tengo) y ponérsela a Adam a la fuerza y a cambio de alguna recompensa para sacarle la foto del triunfo. Obvio que también hay que jugar una final, porque hay dos zonas y blah. Como esa final del 81 en la que Ferro nos ganó con gol de Rocha de cabeza, ascendieron y encima salieron campeones en la Primera. Siempre me dio envidia porque pensé que teníamos que haber sido nosotros.
Y volvió a pasar, Pa. Se vendieron. Que no me la cuenten de otra manera porque yo se que lo que vos decís es cierto. Los de atrás hicieron lo que se supone y nosotros hace 5 partidos que no ganamos. 3 empates y dos derrotas durísimas. Después de romperla todo el año. Pasamos de primero a cuarto en una semana. Niño prodigio nos dicen. Queda una fecha y ni los milagros de Januca nos alcanzan. Te diría que ni siquiera una lista de resultados nos ayudan. Creo que deberían morir de Coronavirus algo como ventisiete jugadores rivales para que tengamos cierta chance.
Después hay un reducido para pelear el segundo ascenso, pero ya eso ni lo sigo porque a esta altura ya no sabemos ni si vale la pena presentarse.
En los diarios dicen que justamente San Lorenzo anda tras los pasos de Pomelo para comprarlo. Quizás así Almirante pueda cambiar el techo del quincho en Casanova porque parece que les cae agua en las parrillas los días de lluvia. Pero de ascender, viejo, nada. Todo sigue como era antes. Vos ahí, yo acá, y Almirante en la B.
Abrazo, viejo.
Josi


Alte.Brown Resumenes (@altebrown1) | Twitter

 

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