En un shopping se organizó un consurso de karaoké. Con esos discos de karaoké especiales que te van mostrando la letra pintadita de color y cuando está el solo de guitarra te pone una cuenta regresiva para que sepas cuando entrar. Todo muy pro.
Y gané.
Bueno... en realidad no gané. Pero canté muy bien. Sólo que ese nenito era muy simpático y se llevó el favoritismo del público.
Es que, a decir verdad, no canté muy bien. Ni subí a cantar. Me dio un poco de vergüenza. Y encima pensé que no iba a haber ninguna canción acorde a mis gustos.
Pero me imaginé que si estuviese "No se desesperen" de los Abuelos de la Nada, lo habría hecho a la altura de un primer premio.
Y, ya que estamos en tren de confesiones, lo cierto es que el concurso de karaoké no se hizo en el shopping. Era una idea, pero no se hizo.
Seguro que habría estado re bueno si lo hacían. Una verdadera fiesta.
No. Ni eso. Si hubiesen hecho un karaoké en el shopping, seguro habría sido una reverenda mersada.
Zafamos.
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