miércoles, 13 de septiembre de 2006

Helarte

Ayer estaba pensando en algo que es viejo pero nunca pierde vigencia. No, no era Charly García. Otra cosa.
Hay profesiones que están bien determinadas. El trabajo de un carpintero es clarito: si es de madera -abreviando- es obra de carpintería. El de un plomero, más fácil: si tiene caños y pasa agua por adentro -es cierto, hay casos en que no solamente pasa agua, pero dejémoslo ahí- es su firma de fábrica.
Pero hay rubros en los que la discusión se enardece. El Arte.
Donde haya dos personas opinando sobre arte, habrá tres posiciones diferentes sobre el mismo tema. ¿Qué es arte y qué no lo es? ¿Acaso el último disco de Jennifer López es arte? (pobrecita, siempre la uso de ejemplo) ¿Acaso López se sacó el acento del apellido para americanizarse? -me estoy desviando, perdón-.

Quiero decir que lo que para mí es una obra de arte, para el vecino -especialmente el del piso de abajo que es brutísimo- puede ser una bazofia en el mejor de los casos, cuando no un choreo de primera linea. Y al revés también, claro. Uno tampoco es de hierro. Cuando salen esos escultores que usan tres delantales de cocina llenos de harina y arman con eso una exposición de "arte moderno" uno no puede menos que reprimir un "¡andá a levantar bolsas al puerto, ladrón!"

Y ahí es donde me puse contento. Creo haber dado en la tecla con una definición fato in casa de lo que es el arte. Una forma excelente de determinar en forma inequívoca cuando una obra pertenece a la tan difícil familia del arte. Y esto es: cuando las opiniones a la hora de catalogarlo se dividen en posicones tan opuestas como "esto es arte" y "esto es basura".
Si todos opinásemos -todos, pero todos, todos ¡eh!- que el disco Machine Head de Deep Purple es una obra de arte, incluido Macu Mazucca, ¿no se sentirían con un dejo de sospecha sobre sus cabezas? ¿El concenso tan absoluto no hace dudar? ¿Acaso la Mona Lisa es la obra de arte más importante del mundo? ¡Vamos!

Pero en cambio cuando aparece un Julio Lagos a decir que el último disco de The Mars Volta es un conjunto amorfo de ruidos inconexos que difícilmente se pueda llamar música, ahí estamos con seguridad frente a algo que puede llamarse ARTE; estamos en la vereda del sol; nos relajamos, ponemos la púa sobre el vinilo, y a descansar con al satisfacción del pensamiento del día cumplido. El mejor remedio para seguir con el olfato vivo.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Por alguna fuerza invisible de este universo cibernético entré en su blog. Ya que estaba lo recorrí de la A a la Z. Y debo decirle que el arte por el cual se pregunta son todos estos juegos de ingenio, palabras apalabradas, y demás pensamientos libres (de culpa y cargo) que transmite por estos aires modernos.
Espero que siga con su diario a diario, y espero volver a encontrarlo sin buscarlo, o quizás sí.

Gasper

Anónimo dijo...

Vamos Gasper, pongalo en los favoritos!
Vuelva pronto!
¡No me deje helar-me solo!


Gracias por la visita!

Anónimo dijo...

Buena definición, Ramiro, y siempre se sabe lo que se prefiere entre tu arte y mi arte ;-)

Ah, y mucho gusto, encantado.

Psicodélica star dijo...

El concenso tan absoluto definitivamente hace dudar.


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