Señor Dios de la Música, si es que existe algo así en esta tierra, o incluso más allá y puede escuchar mis ruegos:
Solamente tengo un deseo chiquito e insignificante, aunque encierra mucho. Te pido que a pesar de ciertas similitudes y puntos en común en el inicio de sus carreras, y en algunas cositas más, no permitas nunca, pero NUNCA, que Joss Stone se convierta en la pulposa siliconada berretosa y mercachifle en la que devino Mariah Carey.
Gracias.
¡Y ojalá que me lo pasen!
2 comentarios:
he intentado dejar mensajes y la tecnología me abandona...
sólo espero tus ruegos sean escuchados...
abrazo!
Nunca caen en saco roto. Lo último que se pierde es el módem. Incluso después de la esperanza.
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