jueves, 21 de diciembre de 2006

Ruego

Señor Dios de la Música, si es que existe algo así en esta tierra, o incluso más allá y puede escuchar mis ruegos:

Solamente tengo un deseo chiquito e insignificante, aunque encierra mucho. Te pido que a pesar de ciertas similitudes y puntos en común en el inicio de sus carreras, y en algunas cositas más, no permitas nunca, pero NUNCA, que Joss Stone se convierta en la pulposa siliconada berretosa y mercachifle en la que devino Mariah Carey.

Gracias.



¡Y ojalá que me lo pasen!

2 comentarios:

Lis dijo...

he intentado dejar mensajes y la tecnología me abandona...

sólo espero tus ruegos sean escuchados...

abrazo!

Anónimo dijo...

Nunca caen en saco roto. Lo último que se pierde es el módem. Incluso después de la esperanza.