Las publicidades suelen ser mentirosas como el olor de la garrapiñada; cuando uno se compra el famoso producto, se siente estafado porque no está a la altura de las promesas.
Pero con paciencia todo llega.
Después de años de comer Mentho Liptus (mis favoritas eran las de guinda o frutilla) finalmente tuve que ponerme a nadar para que, al salir, pudiese sentir la sensación esa de "Haaaalllllllsssss" en el cuerpo.
Gracias por las caries, señores pastilleros.
3 comentarios:
Y si, lo que te traen las pastillas son caries.
Y mas después de comerlas por muchoooo tiempo.
Besos
Su post me ha inspirado, Ramiro. Creo que tenemos derecho a reclamos. Ahí van los míos:
Señor Adams: me debe ud. una dentadura nueva
Señor Phillip Morris: idem pulmones
Señor Johnny Walker: idem higado
¡Hey!!! ¿Johnny Walker no es marca de calzado?
Señor Armani: usted me debe un traje.
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