Hoy en día, con toda la pelotudez de los médicos recomendando que esto es saludable y esto no y aquello sí, etc, la gente que pasa la curva de la adultez empieza a hacer gimnasia, yoga, pilates, aparatos, caminatas matutinas, natación, etc...
Entonces se mantienen en forma. Casi como en formol. Y hasta las palabras se parecen: forma, formol. Y están tan erguidos y orgullosos, también usando esas cremas antiarrugas y toda la parafernalia que no se les nota que son viejitos. Andan por ahí pareciendo de 50 cuando en realidad andan por los 70 largos. Y ahí se produce la decadencia de la sociedad, porque nadie les cede el asiento. ¡Si se los ve mejor que a muchos de nosotros! ¡Y eso que tenemos un blog! Andan saltando de acá para allá, se agachan para levantar una monedita de 10 cuando nosotros no somos capaces de correr ese riesgo por menos de un peso. Y no los dejamos pasar en la cola del súper, y empiezan a despotricar sobre el poco respeto que hay para con las personas mayores.
Ya saben abuelos, si quieren respeto, dejense estar, envejezcan como Dios manda, encórvense, arrúguense, muévanse lento, y el respeto vendrá solito envuelto en un envase de miedo a ser como ustedes que ni les cuento.
2 comentarios:
Capo Ramiro, ¡Capo!
¡Basta de pilates, yoga, kick box y chop suey! Las articulaciones de los viejitos deben crujir.
¡Las abuelas dejaron las mecedoras por los sillones vibradores!
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