viernes, 8 de mayo de 2009

Ahorro Forzoso, Trabajo Forzoso


Otra de las cosas ridículas que hacemos los humanos. A dos manos.
Cuando por alguna razón, llámese recorte de sueldo, desempleo, nuevos gastos extra, etc, uno se ve forzado a hacer economía en el hogar, lo primero que uno piensa es "a la pipeta, se viene la maroma". Puede ser que con otras palabras que incluyan "marosca" o "chadelaló". Pero la idea es esa.
E inmediatemente se instala en nuestra mentecita la idea de que "hay que pasar el invierno", es decir: hay que sufrirla. Uno no puede hacer sacrificios sin sufrir.

Entonces vamos directo al corazón del asunto y emepezamos a recortar en donde más nos duele: dejamos de comprarnos esa lata de coca salvavidas en medio del mediodía abrasador, o dejamos de comprarnos la revista mensual, o dejamos de comprar Zucaritas para comprar un cereal berreta que hace el mismo ruido en la boca, pero que aburre a las papilas gustativas. Así podemos sentir que hacemos algo al respecto, que ahorramos de manera real. Si fuese fácil nos haría sentir estúpidos no haberlo hecho antes.

¿Acaso es ilegal recortar en cosas que no nos importa un pepino? El jabón. ¡Vamos!, no seamos hipócritas. Cuando éramos chicos teníamos las rodillas negras y los talones marrones de tanto potrear. Pero ahora, ¿quién se ensucia las rodillas? Basta. No se compra más jabón. Las manos se lavan con el detergente de los platos y listo. Shampoo, solamente para los que tienen el pelo larguito. Y nadie tiene que sufrir. Desodorante vale para no quedarse sin amigos.

Creo que la idea se entendió. Lo que no se entendió es por qué somos tan jodidos los humanos.

2 comentarios:

Mariana dijo...

Lo único que puedo decirle es que avise por donde anda, si es que no lo descubrimos antes por el olor...

tornes dijo...

La mugre es saludable: la costra impide que el aguijón del aedes aegipty penetre en nuestra piel, zafando del dengue, y el hedor logra que nadie se nos acerque a menos de 2,20 metros, con lo que logramos que no nos contagien gripe porcina.