jueves, 30 de julio de 2009

Historia de una Amistad

En febrero de 2008 entró un recién graduado a mi equipo en el viejo laburo. Antes de decidirse (tenía varias propuestas) quiso ver de qué se trataba el día de trabajo típico. Vino a ver directamente lo que hacíamos. Medio día estuvo con un chabón que lo mató de aburrimiento y medio día estuvo haciendo historia conmigo.
Se decidió y firmó.
Resultó ser saxofonista y conocer mucho de música. Nos colgábamos charlando apasionadamente de discos específicos. Era la única persona que entraba a mi oficina y reconocía la voz de Chris Cornell o de Coverdale. También veía Dexter y sabía lo que era un torrent. Por fin había con quién hablar de... algo.
Me tomé el laburo de seleccionarle 10Giga de mi música para que conozca (le gusta el jazz y algunos huecos de educación tiene, como que no conocía a Morphine, ¡siendo saxofonista!).
Al mes, pum: renuncié. Que qué lástima etc.
A la semana festejé mi cumpleaños en un restaurante. Fue la primera vez que invité a alguien del laburo con su mujer.
Cuando hicimos la fiesta de despedida de mi laburo anterior, tocó en saxo el pedacito de Se viene el tutá tutá del comienzo (es una historia larga, algún día la cuento) que se aprendió para la ocasión.
A los 3 meses en mi nuevo laburo, buscamos gente. Como seguíamos en contacto, le comenté. Dónde hay que firmar, me dijo. Y firmó. Estaba tan feliz con la oportunidad de jugar en la selección que casi se pone a llorar.
Pasaron varias idas y vueltas, mucho laburo, algunos roces (no es fácil convertirte en el jefe de un "amigo").
Fue aprendiendo a los golpes. Le tocó hacer laburo de alguien con experiencia, sin tenerla. Lo hice saltar de primero a tercer grado y salió bastante bien parado.
Ayer le tuve que comunicar que lo rajan porque blah.
Life is a Bitch.

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