viernes, 31 de julio de 2009

Verano

Cuando uno yo tienetengo calor y me pongo al lado del ventilador, digamos, para leer, elijo la velocidad 1 del turbito. Por más que tenga bastante calor. Es que uno (puta!, yo!) digo "¿qué voy a hacer si despúés hace MAS calor?". Entonces dejo el 2 para días fatales, y el 3 para que si algún día declaran la emergencia total del calentamiento global, tenga algo especial que pueda salvarme.
Pero hoy me levante temprano, nadé, volví, desayuné, leí un capítulo de Amor Perdurable y me tumbé con el triste descubrimiento a doce años de mi llegada a este país que da cuenta de la imposibilidad de estar en la calle entre las 12 y las 18 en verano a no ser que estés en la pileta o el mar. Me vi venir todo ese mar seco de pensamientos que me agobiaban y miré la perilla con pánico. La puse en 2 y dije "que me vengan a buscar, se van todos a la mierda".
Tuve una siesta inusual de -calculo- una horita, de 9 a 10, y me desperté con la piel fría, suave, cero pegajosa, invernal; feliz.
Y vine a contarlo acá, para que algún día de tristeza pueda tener a mano una pequeña fórmula para la felicidad .

1 comentario:

tornes dijo...

No se jode con las sobredosis de viento, eh.