Agendas Citanova

Cuando uno era chico, mucho antes que la palm pilot y el blackberry, existían unas computadoras de bolsillo hechas de papel. Sí sí. Se llamaban "Agendas Citanova". Stam, vos sabés a qué me refiero.
Lo interesante es que existía esa tendencia al ahorro. A comprar cosas de calidad que durasen mucho. Hoy en día se te rompe el celular y lo contás como una buena noticia porque te podés comprar otro. Antes te vendían el repuesto de la agenda para que reemplaces las hojitas usadas del año anterior y conserves la cubierta de ¡plástico! de la agenda original.

Pero así como tus sobrinos no entienden cómo creciste sin control remoto, preparate para lo que viene: existía lo que se llamaba "citanova perpetua". Sentate porque semejante monstruosidad no las vas a poder creer.

Para ahorrarle aún más plata al cliente y que en vez de ser un fiel consumidor que una vez al año aunque sea compre el repuesto, te vendían una agenda que no traía los días de la semana sino que solamente las fechas. Es decir: "10 de marzo", "15 de noviembre", etc. El objetivo era que la pudieses usar varios años seguidos.

Me imagino que a esta altura sabés que si hoy, 5 de octubre, cae lunes, el año que viene cae martes.
Entonces imaginate, estás en el secundario y el 4 de junio tenés prueba de matemáticas. El año que viene,  el 3 de junio a la noche, leés en el 4 de junio la nota del año pasado: "prueba de matemáticas"  y decís "NOOOOOOOOOO!!!! me re olvidéééé´´eééééééééeeeee eeeee" y te quedás la noche en vela y vas al día siguiente al colegio en bolas, para enterarte que no solamente no hay prueba de matemáticas, sino que es sábado, ¡boludo!

Menudo favor te hacía la gente de Citanova.
Relatos de un mundo que parece del siglo pasado... Bueno, a decir verdad ES del siglo pasado. Je.