Gente al Pedo

Se dio que por cuestiones administrativas(?) tuve que quedarme con los grossitos una mañana de un día laboral pero feriado para las escuelas. Supuestamente a las 12 quedaba relevado y podía irme a laburar. Pero soy un tipo tan de rutina que ni loco arranco a esa hora. Me tomé el día y me fui a boludear al shopping nuevo.
Me llevé mi libro, mi teléfono (en el que grabé el embrión de este post) y me fui a tomar un café como Dios manda: sin apuro y con una sola de azúcar.
Eran las dos de la tarde y nada ni nadie me corría.
Empecé a mirar a mi alrededor recién en ese momento (antes estaba tan centrado en mi propia felicidad y paz interior que ni cuenta me di de lo que me rodeaba) y vi que no estaba solo.
Había decenas de personas en una situación similar. Es decir: alrepedo. Pero la probabilidad de que todos ellos se hayan tomado un franco el mismo día era tan improbable como ganar el quini seis. Saquen la cuenta. La verdad, se olía en el ambiente, es que estaban todos al reverendo pedo. Gente que si voy mañana la vuelvo a encontrar. Claro que, si ellos están pensando lo mismo sobre mí y yo mañana voy a ver si están y ellos hacen lo msimo, me van a ver y van a decir "¿ves? ¡te lo dije! ¡ese de ahí vive de joda!¡se pone y se saca los bigotes pero no engaña a nadie! ¡vive de joda! ¡Este país es una joda!"
Bueno, y ahí volvemos a empezar.