domingo, 18 de octubre de 2009

Mantecas del Demonio

En mi laburo compran comida. Así, baktaná, para que haya algo para picar. Frutas, algunas mermeladas y quesos, panes, hummus, galletitas, algún cereal, etc.
El otro día voy a ver qué onda y veo un paquete de medio kilo (I said: medio faquin' kilo!) de manteca untable con nombre originario de país nórdico, obviamente. En esos países todo está congelado, pero aparentemente la manteca tiene que ser para untar porque si no, algo terrible puede ocurrir.
Y cuando veo el tremendo bote de manteca untable, pienso en la naturaleza misma del bodoque amarillo que durante años uno tuvo que pelear a mano armada para poder untar. O uno lo sacaba de la heladera la noche anterior para que se fuese ablandando y estar lista para el desayuno, o le tenía que raspar la parte de arriba, pelearse con sus hermanas que decían que uno la dejaba toda despareja, ¡ni que fuera una joya! y finalmente cuando lograba sacar un par de pelusas de manteca, la posaba sobre la criollita que estallaba en mil pedazos y nos dejaba con dos miguitas en la mano, la manteca desparramada por el piso, y el cuchillo estampando una capa de grasa sobre la mano indefensa.
Todo un desastre.
Pero qué hija de puta la manteca en una figaza. No hay quién la supere.

Y ahora, como quien no quiere la cosa, como si uno hubiese sido un pelotudo toda su vida, vienen estos nórdicos cancheros y te traen una untable que se desparrama como si fuese coca cola.
A mí no me van a engañar. Como dice el dicho: no hay comidas gratis(?). Algo le sacaron o algo le pusieron. La manteca untable no se hace de vacas de plástico ni vacas gimnastas. La manteca untable necesariamente tiene que ser berreta, diluída con agua o simplemente es cualquier cosa.

Mientras destilaba mi furia contra los nórdicos taimados, abrí el bloque gigante de nombre impronunciable, y pasé el cuchillo esperando toparme con algo "no tan untable que digamos" que me diese razones para decir "¡untable las pelotas!" pero no, efectivamente era untable, blandita, tierna como un bebé. Y una vez que esa manteca impostora, aguachenta y mentirosa estaba en mi cuchillo, no supe bien qué hacer...Chupar el cuchillo no daba, y tener que lavarlo me dio una fiaca terrible. Entonces, con un sumo desagrado dije, "má sí, la paso por la galletita. Seguro que también se rompe". Pero se sabe que las galletitas israelíes están hechas con pedazos del muro de los lamentos, y la cracker aguantó estoica la pasada.
Miré para los dos costados: todavía estaba solo en la oficina. Le di un mordiscón y...
¡Mamita, qué cosa más rica! ¡Años comiendo ese bodoque duro y con gusto a nada! !Sudacas de mierda, aprendan de los finos suecos, noruegos y finlandeses cómo se hace una verdadera manteca como la gente!

Ah... a veces la vida de uno cambia de punta a punta gracias a pequeñas señales en el camino.


5 comentarios:

Fodor Lobson dijo...

la mantequilla Arias se hace de la nata que sale de la vaca del campo Sann Millán, del campo San Millán

qué quiere usted... la publicidad de los setenta nos marcó a todos de una forma u otra

Cachito dijo...

La que se perdió Marlon Brando...

tornes dijo...

La Nación dixit: "La manteca untable, no es otra cosa que manteca común a la que se le inyectó nitrógeno en una proporción equivalente a un tercio de su volumen. No se inyecta con aire porque la oxidaría más rápidamente."

¿No notó la Criollita un poco más fría luego del untaje?

Piense que le venden un tercio menos de manteca y, seguramente, más cara por ser untable. Y permítaseme esta vez estar del lado de nosotros, los sudacas: no nos tercermundée, ya que disponemos de mantecas untables en mononos envases plásticos a la usanza europea.

jota dijo...

la manteca untable está en los estantes refrigerados de los supermercados desde hace mas de 15 años, no puede ser que no sepas que existía.

Josi dijo...

yo nunca le presté atención a los blandengues