Cholulos

Cuando yo era chico y en una serie de televisión o en un libro o donde fuese aparecía un número de teléfono, yo iba y lo probaba. En general -bah, siempre- era un número inexistente. Por ahí enganché a algún equivocado. No sé.

Pero cuando escribí mi primera novela y se me ocurrió escribir un mail dentro de la trama (¡qué modaaaarrrrrno!) dije... "¿y si hay algún salame como yo que después va y escribe un mail ahí porque se enamora del personaje o porque es tan salame como yo?" Entonces fui y abrí una cuenta con esa dirección de mail.
Nunca. Pero nunca. Nada.
No llegó ni Spam.
Es cierto que por falta de uso se desactivó bocha de veces y entro una vez cada 6 meses cuando me acuerdo y quizás estando desactivada rebota los mails. Ni  idea.
Lo cierto es que los lectores de Pasaporte no son de ese tipo de gente loca.

Y si están esperando que diga cuál es esa dirección para empezar a mandarme powerpoints del Dalai 1ama, forget it! Van a tener que leer la novela.