Modas

Se sabe que hay pocas cosas que yo no inventé.
Hay modas que empiezan desde lo casero, y después alguien ve la moneda y la hace parte del show bussines(?) y empieza a vender una versión industrializada de algo que era espontáneo y puro.
Claro, estamos hablando, por ejemplo, de los pantalones agujereados. Nacieron una tarde-noche de viernes allá por 1983 en la canchita de fútbol en Ramos, de cemento (concreto) de esos que si caés de rodillas quedás rengo para toda tu vida. Ahí nos hicimos hombres unos cuantos. Cuando venían los parqueteros de Hebraica siempre tenían miedo de tirarse a cortar una pelota y por eso terminábamos goleando. Goleando de la misma manera que ellos nos goleaban en el parquet porque a nosotros nos daba miedo quemarnos con la madera.
Ese viernes a la noche, improvisamos un fulbito y alguien me la puso de atrás. Odio esas cosas. Yo en mis muchos años de fútbol cometí solamente dos foules. Y todavía me arrepiento. Para mí, si alguien te pasa, merece la admiración deportiva y la oportunidad de continuar con su obra. Eso de faulear para mí debería ser castigado con la roja directa. El faul no debería existir. Y si los partidos terminan jugándolos dos contra dos, mejor.
Pero bueno, no todos piensan igual, y ese viernes que nadie tenía ropa deportiva, nos mandamos con vaqueros (vaquero no es un señor que tiene vacas sino que es un jean, para aquellos menores de 25 años que lean estas lineas) y así mi mejor Wrangler fue a dar contra el cemento. Todos me vieron volar y pensaron que me había muerto. Pero Marcelo W dijo (lo escuché mientras me sacaba el polvo sucio de la boca) "no le pasó nada, puso las manos a tiempo; cayó bien". Sí, puase las manos y las rodillas.
Y ahí nació el pantalón agujereado. Ningún dios en la tierra ni en el cielo logró hacerme tirar esos Wrangler. Y así los usé. Desafiando al establishment.
Después, lo demás, es historia berreta. Había que pagar más caro para que te vendan un jean UFO con agujeros "legítimos".
Bueno, toda esta intro venía a algo que quería decir sobre las medias, pero como se me hizo largo, lo dejamos para mañana.
Nos vemos acá a la misma hora.