martes, 4 de febrero de 2014

Cosas que hacer

Andás por la casa y por la vida con mil cosas para hacer. Pero te topás con muchas más. Y no das abasto (¿o a-basto? ¿cómo es?)
Vas a cagar y en el silencio de la mañana escuchás que el depósito de agua gotea por dentro. Lo sabés porque cada vez que vas a mear ves que cae un hilito de agua por ese agujerito. Te decís que lo tenés que arreglar, pero cuando te limpiaste el culo ya te olvidaste y mientras te lavás las manos ves que la pileta necesita una buena limpieza con líquidos de esos que sacan hasta los recuerdos. Eso no se hace en cinco minutos. No es para ahora. Vas a la pieza a ponerte cómodo y ves que el pantalón tiene unas manchitas de "algo" blanco. Con una toallita húmeda lo sacás seguro, no lo vas a poner a lavar. Pero justo ahora estabas por olvidarte y menos mal que te acordaste de buscar los subtítulos en hebreo para Seinfeld, porque a Dylan le dio ganas de ver eso con vos cuando los otros se van a dormir, entonces eso tiene prioridad y antes de olvidarte, largás todo y vas. Y después te topás con un tema, buscás los acordes y lo tocás un rato. Vas a la heladera para ver si hay que sacar algo del freezer para mañana y de solo pensar en hacer hamburguesas caseras te da paja y postergás. Comeremos algo congelado, tipo milanesas de pollo. Sacás un tapper para guardar algo y ves que los tappers ahí abajo desde siempre te parecieron incómodos. Querés hacer una reorganización general de las alacenas. Sabés que vas a estar más cómodo con eso hecho, pero cuando pensás que lo del baño es más urgente, decís, no no, por más que esto sea más divertido, eso es más importante. Pero no vas a hacerlo, no. Al final no hacés ninguna de las dos cosas porque ves que en las hornallas te quedó la sartén de anoche donde cocinaste el hígado, y eso se ve como una masacre de Texas. Impostergable. Lavás. Prioridad uno. Volvés a la vida cuando terminás, y te merecés algo de placer. Tocás un poco la guitarra. Después te preparás un café y lees algo de mails y contestás. Ves que las camas de los chicos están dadas vuelta y pensás "uy, cierto que la semana pasada dije que había que lavar las sábanas de Eitan", y de solo pensar en subirte a esa semi-cucheta a hacer la cama decís "lo estiro hasta pasado mañana porque si viene mañana por ahí no están secas, y si tengo qu eponerle las otras tengo que enfrentarme con ese placard lleno de sábanas mezcladas que hasta que encontrás el par correcto se te pasa la hora, y encima está eso del baño que no puedo postergar!"
Y así siguen los días. Con cosas que JAMAS vas a hacer.

2 comentarios:

guillermo dijo...

No es tan grave, che... Garpale a una camuca y te deja todo feten feten en medio dia. Y lo del baño es una pavada que ni requiere mayor atencion salvo que seas TOC.
Las sabanas? Al Laverap o como se llame allá, las dejas a la mañana y las retiras a la tarde. Dejate de joder, pareces un tangosky(?)

Leonardo dijo...

Procrastinar.