miércoles, 30 de septiembre de 2015

Privacidad Las Pelotas

Me acuerdo cuando los israelíes se escandalizaban al enterarse de la revisación médica que pasábamos antes de entrar a la pileta en Ramos. "¿Te miran los hongos de los pies? ¡sunescándalo!". Decían que es una invasión a la privacidad.

Hoy instalé Viber en el teléfono. Normalmente ponés tu número de teléfono, te mandan un sms con un número, lo colocás y la instalación se completa.

Pero.
No se si vos prestaste atención que cada vez que instalás algo, la aplicación te pide autorización para ciertas cosas: leer tus contactos, tu ubicación y varias cosas más. No siempre esas cosas tienen lógica. ¿Por qué habría de tener acceso a mi lista de contactos un jueguito de ingenio? ¿para qué necesita acceso a mi ubicación la aplicación de conversiones de unicades métricas? Pero como todos lo instalan, ¿vas a ser el único boludo que no lo hace? Aceptás y seguís.

Viber en vez de mandarme el sms que me dijo que me iba a mandar, lo que hizo fue llamarme por teléfono. No llegué a atender que se cortó. Y me pone "el código 45632 ha sido recibido".

¿Vos entendés lo que pasó? Me llamó por teléfono el Servidor de Viber y, como la aplicación tiene MI autorización para monitorear mis llamadas de teléfono REGULARES, cuando vio que la llamada entrante era de su propio servidor, dijo "dejá flaco, es para mí". Atendió, "escuchó" el código, y cortó. Finalizó la instalación y chau picho.

No se si se acuerdan del sistema Excalibur que se empezó a usar en los 90 en Argentina para determinar, cuando la policía lo requería, quien habló con quien, qué le dijo, escuchas telefónicas etc.
Estaba claro que algo así estaba regulado y que si Yabrán estaba involucrado en algún chanchullo, entonces se conseguían los permisos legales para poder investigar a quién llamó a qué hora. No es que cualquier gil tenía la posibilidad de hacerlo. Estábamos mássssomenos a salvo en nuestro nidito de privacidad y podíamos llamar al 1-800-GOLOSAS.

Hoy en día no hace falta casi nada. Viber (y me imagino que otras miles de aplicaciones) pueden saber con quien hablaste, a qué hora, quien te llama, quien te manda un mensaje, donde estabas, etc. Y todo eso sin pedirle permiso a la ley sino.. ¡a vos mismo!

Así que, señoras y señores, disfruten andar vestidos por la calle porque es la última barrera de la privacidad que les queda antes de que se invente algo para verlos en pelotas. Y, si viven en Israel, disfruten que todavía... si si, todavía, pueden entrar a la pileta con hongos en los pies.


1 comentario:

Laura Palisa dijo...

Pará!! No existian unos anteojos que dejaban ver abajo de la ropa???
El futuro toavia no llega?? :O