miércoles, 7 de noviembre de 2018

CD - Resurrección

Hace 4 años y medio le di la despedida a los CD en mi  vida en este emotivo post.
Y no voy a ser yo el que venga a innovar y decirte las vueltas que tiene la vida. Y miralos a ellos como volvieron a resucitar.
Resulta que ahora tengo una habitación solo para mí, como en los tiempos de la adolescencia. Ahora tiene mucha más música que antes, instrumentos, amplificadores, etc...
Si recordás cómo estaba decorada mi pieza en Pringles, no podés pasar por alto las tapas de discos (que en realidad eran solo la parte de adelante) que iba pidiendo en todas las disquerías. Se las daban para colgar y promocionar los discos nuevos, y al tiempo las tenían acumuladas por ahí. Para mí era la gloria tenerlas de adorno.
Y pensando en eso se me ocurrió hacerlo con las tapas de los CD. Fue difícil la decisión porque había que cortar la primera hojita del librito. No es una decisión fácil, por más que estén guardados en el depósito juntando tierra. Pero yo aprendí a soltar. En serio. Y la duda duro poco. Encargué unas calcomanías chicas de 3M de pegamento de los dos lados que son la gloria de fácil de poner, aún para los que no tenemos uñas.
Esperé paciente, llegaron y manos a la obra.
Quedó genial es poco. Es una obra de arte. Un museo viviente en el que cada CD fue preseleccionado y ubicado cuidadosamente en las paredes formando una guarda que remite al template de las banderas sueca, finlandesa y noruega. Y cada disco tiene su historia y -por ahora- recuerdo cada una. Dónde lo compré, cuando, bajo qué circunstancias y también por qué.
Eran tiempos de ya tener 200 cassettes y no era cuestión de comprar repetidos, así que hay bastantes greatest hits (tampoco podía darme el lujo de comprar toda la discografía de los stones!) y en algunos casos como los Rolling, dos grandes éxitos cubriendo las épocas viejas y más nuevas del grupo.
Pero no vayamos a eso sino detengámonos un poco en las interesantes situaciones con las que me topé llevando a cabo el proyecto (antes odiaba a la gente que usaba la palabra proyecto para cosas pequeñas).
En el videito que armé con las fotos que atestiguan el trabajito mostré cuando cortaba Exile on Main Street, mi primer CD. Y también me encontré con que Pandora's Toys de Aerosmith tenía doble librito, porque al venirme a israel lo compré dos veces. Así que ese, lo corté, pero a la vez se salvó.
Me topé con algunos discos que forman parte de mi TOP 10 de todos los tiempos pero que la tapa es casi mala o fea, como 90125. Simple y casi berreta. Quizás en disco de vinilo se apreciaba de otra manera pero la de CD es trucha. Recordé varios CDs que en la parte de atrás no traían la lista de temas y eso hinchaba las pelotas así que yo la hacía a mano, como en los tiempos del cassette, y lo ponía entre el plástico y el papel de atrás. Y no solo eso, sino que en algúnos discos que no junaba tanto (ejemplo: Concrete Blonde) y debido a que la cantidad de música empezaba a descontrolarse y también mi dominio sobre cada tema, ponía una marquita en los mejores temas del CD para que si quería hacer un playlist en la carrusella de 5CD, pusiese la papa y no cualquiera al azar.
Algunos libritos tenían muchas hojas, y otros solo tapa y contratapa. Me daban bronca esos que uno compraba al mismo precio que todos, y al abrir el celofán, descubría que no había letras, fotos, ni una mierda. Si lo quisieron hacer barato, entonces bajame un peso o dos a mí también, che.
Recordé con frustración los semicirculitos de la parte de adentro de la tapa plástica que sostenían el librito: a veces no eran suficientes para sostener el librito si venía medio gordo o si era como el de "to the faithfull departed" que era un poster. Era muy fastidioso enhebrar el librito ahí!
Ni hablar de las cajitas que encontré que una caída al piso alcanzaba para dejarlas rengas. Abrías el CD con esa clásica apertura de dedos y se te descalabraba todo porque nunca recordabas cuál era el que estaba roto.
En la gloriosa época en la que finalmente uno se pudo hacer de un copiador de CDs, algo qu eparecía imposible al iniciarse la era CD, uno empezó a bajar música de internet, y armarse CDs. Era tocar el cielo con las manos pasar música de medio digital a medio físico. Recuerdo la sensación. Hoy hacemos el proceso inverso. Pero en aquellos años, hasta que nació el MP3, les imprimía las tapas en unas hojas de cartulina especial, pero todo en blanco y negro, que era la impresora que tenía en casa. Y como recuerdo de eso, y a pesar de no ser tan linda o llamativa, en el collage de mi estudio puse uno de Skunk Anansie que recuerda con ternura esas tapas.
No se si pusieron atención que hay CDs que tienen un ganchito en el lomo del librito y hay otros que tienen dos. Solo para que lo sepan. También están esos que son como una servilleta, que se dobla en partes como Time's Up de Living Colour, y no necesitan ganchito.
Cuando tenía los CD activos, estaban en esas altas columnas y los tenía acomodados por categorías: femeninos, nacionales, los que casi nunca escucho (iban abajo), hebreo, y los favoritos, que iban (obviamente) arriba. Esos a los que les dio el sol y dejó tapas descoloridas.
Discos que me dolió cortar? El de la banda de sonido de Undeground que en el otro post les conté lo difícil que me fue conseguirlo, lo caro que me salió, y lo mucho que lo usé en eventos importantes de mi vida (casamiento, programa de radio) y lo mucho que lo cuidé. Me costó, pero prefiero verlo a diario a tenerlo en el depósito. Ahora está frente a mí, a la izquierda de la pantalla de la PC. Aguante.
Batista enseguida vio el de Bruce Willis, que tiene una hermosa anécdota de cómo lo conseguí, y por eso pienso hacer con eso algo más grosso, si es que me sale. Pero no puedo contar nada todavía.
Dos casos que quedaron excluidos del proyecto: Lovesymbol de Prince, que al tener el simbolito impreso en el plástico, si lo separaba del librito hubiese sido deformar la realidad. Y el otro fue el que, para mí, sigue siendo el disco que me llevaría a una isla desierta y que voy a escuchar cuando termine de escribir estas lineas: Electric de The Cult. Disco que fue uno de los pocos que tenía original en cassette y aún así me lo compré en CD. Qué gran disco. No lo quise cortar y tengo pensado hacerle un estantecito y colgarlo en el estudio aparte, como si fuese esos discos de platino que cuelgan los artistas en sus casas.
Y bueno, ahora podré usarlo de museo viviente con las cientos de historias entrecruzadas que cada CD esconde. También pensé hacer un micro de 1 minuto por disco y (cómo no!) publicarlo. Veremos si me hago tiempo y ganasץ
Es lindo haberlos recuperado. Acá les dejo(?) unas imagenes.

 




 

 

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