miércoles, 2 de abril de 2008

La Historia del Mundo Moderno en Capítulos (II)

Y lo mismo ocurría en otro lado, a la misma hora, con el mismo espírtu y casi el mismo final: una tarde de otoño una mujer de mediana edad estaba aburrida y cocinó una torta. La dio de probar y gustó. Se hizo la fama y nunca más se echó a dormir. Le gustaba que todos estuviesen esperando cualquier festejo para encargarla de los postres y ella llevarse aplausos y piropos a montones. Todos se rendían ante sus tortas. Y cada día probaba otras cosas, todas con éxitos que se iban superando, apoyadas en la experiencia de los éxitos anteriores, y construyendo un camino que parecía ser infinito. El infinito camino hacia el paraíso.
En ocasiones los amigos le compraban los ingredientes para que a ella no le costase de su bolsillo, porque ya era una cosa de todos los días y no era como para estar abusando. Ella sentía cierto pudor porque lo hacía de corazón, pero algo de cierto había en ello y finalmente se rindió aceptándolos.
Y así el mundo iba de bien en mejor.

2 comentarios:

Meche dijo...

"Charly wants more", diría Norma Aleandro si fuera la madre de Andrea del Boca y no debieran cien veces.
"Meche wants more" digo :)

Te diré que acabo de hacer una torta que si la mirás es bastante fea, pero está de puta madre.

Buena semana Ramiro.

tornes dijo...

Vamos en camino de armar un "torta-concert"